El dominio cognitivo generalmente se asocia con la capacidad del niño para aprender, recordar y resolver problemas. La cognición se refiere al intelecto o las capacidades mentales e implica procesar y utilizar la información. Las habilidades del dominio cognitivo, junto con las habilidades lingüísticas, son las que suelen asociarse con la preparación para las actividades académicas.

Las habilidades adaptativas son aquellas en las que el niño utiliza la información y las habilidades adquiridas en otros dominios. A medida que se desarrollan las habilidades adaptativas, aumenta la participación del niño en el cuidado personal y las rutinas diarias. Las habilidades adaptativas también incluyen la capacidad del niño para entrar en un nuevo entorno o situación, así como para participar en una actividad familiar o deseable con un mínimo de estímulos.

Las habilidades personales y sociales son aquellas que permiten que un niño participe en interacciones sociales significativas con adultos y compañeros y desarrolle su propio concepto de sí mismo. Los hitos en este ámbito se centran en que los niños adquieran una mejor comprensión de sus propias emociones y de las emociones de los demás. Participar en actividades lúdicas es un aspecto importante del desarrollo de las habilidades personales y sociales porque es a través del juego que los niños aprenden a interactuar con los demás. A medida que se desarrollan las habilidades personales y sociales, aumenta la comprensión del niño de las relaciones, la autoconciencia, la empatía y las estrategias de afrontamiento.

Las habilidades del dominio motor están relacionadas con la capacidad del niño para controlar y utilizar los músculos grandes y pequeños del cuerpo. Durante la infancia, las habilidades motoras suelen desarrollarse en un orden secuencial específico. Sin embargo, es importante señalar que el ritmo de desarrollo motor difiere entre los niños (por ejemplo, permanecer de pie, caminar). A medida que se desarrollan las habilidades motoras del niño, es probable que aumente su interés y su atención en los elementos del entorno.

Comunicación receptiva: Las habilidades incluyen responder a sonidos y palabras, asociar imágenes y objetos con palabras y responder a preguntas con respuestas verbales o no verbales.